Las hemorroides son provocadas por la debilidad de las paredes de las venas, algunos alimentos o bebidas, estreñimiento, inactividad física, entre otras causas posibles. Son várices o dilataciones que aparecen en la región recto-anal por la dilatación de algunas venas.

Se suele recomendar que en caso de tener hemorroides se reduzca el consumo al mínimo posible de alimentos como el café, los condimentos picantes o fuertes, la cerveza y las bebidas gaseosas, la sal. Lo cierto es que las nuevas evidencias dicen que las dilataciones hemorroidales no están asociadas a ningún régimen dietario en especial, sobre todo se dejó de lado la posible acción de los picantes, quye viene de una medicina netamente empírica y poco científica. En realidad sí se recomienda al menos evitar todo tipo de alimento que puede provocar irritación o estreñimiento, por la posibilidad de empeorar el dolor, pero no por una cuestión de causas.

En cuanto a las causas, entonces, veremos que el sedentarismo ocupa un lugar preponderante en la etiología de las hemorroides. Evitar los esfuerzos físicos que impliquen realizar fuerza agachado o para levantar un peso importante. Además suele considerarse útil higienizar la zona con algún tipo de papel suave y húmedo. Lógicamente en caso de producirse un sangrado debe consultarse a un médico si la hemorragia es grande, puesto que existen indicaciones, muy poco frecuentes, de operación de hemorroides.

Remedios para las hemorroides

Algunos remedios que ya hemos mencionado en este sitio son el llantén y la caléndula. Especialmente el primer remedio que mencionamos, la pomada de llantén, está hecha de una planta que crece en Argentina abundantemente en la zona patagónica, y se han probado buenos resultados con aplicación directa en las hemorroides.

En cuanto a remedios homeopáticos, pueden encontrarse preparados como tinturas de castaño de indias, agracejo y licopodio que dan resultados muy buenos en caso de hemorroides. Es recurrente el uso de baños de asiento en estos casos. Por ejemplo, un baño de roble y manzanilla es fácil de preparar y resulta un remedio muy efectivo. Se colocan dos cucharaditas de una mezcla de ambas sustancias en agua fría y se deja hervir por al menos 5 minutos. Colar y mezclar con agua fría (4 litros). Utilizar la preparación para baños de asiento puede ser un recurso interesante para no llegar a casos avanzados que requieran de una cirugía.

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