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El sitio de las medicinas del mundo

La medicina de cada pueblo es la carta de presentación de su cultura. Es por eso que creemos que la medicina debe volver a sus orígenes, debe volver a la gente y no permanecer como patrimonio de acceso únicamente científico.

En este sitio se encontrará un punto de encuentro para todos aquellos que deseen informarse sobre medicinas alternativas. Además la idea es compartir toda la información sobre técnicas curativas y sistemas de salud que no son el “oficial”, para lo cual recibimos recetas, nombres de plantas, diagnósticos o nombres de enfermedades, preparados como cremas, aceites y todos los métodos de curar o diagnosticar que no figuren aquí.

También aceptamos correcciones de las técnicas en medicina alternativa que ofrecemos gratis online así como contribuciones con respecto a posibles variantes de un remedio o método curativo. Envíe su comentario con sus datos a la dirección al pie de página para que podamos subirla con su nombre.

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Nuestro propósito

El objetivo es generar un panel de discusión y un arcón popular de conocimiento para consulta y participación de quien quiera consultar la base de datos.

Creemos firmemente en que los nuevos métodos de transmisión de la información pueden estar al servicio de las mismas cosas que la tecnología contribuye a eliminar. Si las costumbres se pierden por la modernización de algunas prácticas tradicionales, entonces conviene dar vuelta el tablero: no apostar a que se pueda renunciar a estos cambios, pues ya están hechos; pero sí utilizar las mismas herramientas para que se difunda lo que corre peligro de extinción.

Los métodos

Los modos participativos son la parte crucial de la construcción social del conocimiento. Existe un número inmenso de prácticas en salud que merecen la puesta en marcha de un rescate cultural, la recuperación y reactivación de tecnologías antiguas que han sido activamente reprimidas por el sistema de salud moderno “científico”.

Las medicinas alternativas constituyen en sí mismos sistemas científicos culturalmente específicos dignos de respeto y de investigación. Estas tareas sobre aquel tipo de medicina requiere el cuidado máximo acerca de la posible comercialización de las técnicas, incluyendo el peligro de que se patente algún principio activo. Esto significa que la fórmula química de una planta puede pasar a manos privadas si la investigación es expropiada por empresas multinacionales o laboratorios de fármacos.

La manera de evitar una nueva forma de colonización de los saberes ancestrales de pueblos originarios o de comunidades que practican medicinas ligadas a su tierra, es tener un  sumo recelo con las prácticas, limitándolas a su territorio. Entonces, ¿cuál es la función de este sitio? Como ya dijimos, se trata de fomentar los métodos investigativos, la experimentación, para lo cual es necesario una base de datos lo más amplia posible acerca de la información básica.

¿Para qué otra medicina?

Las medicinas alternativas contribuyen al desarrollo de la identidad cultural y la diversidad. En cada geografía encontraremos sistemas médicos que, aisladamente, corren peligro de extinción. Muchas veces las culturas enteras corren riesgo de extinguirse. Cuando se pierde el lenguaje de la comunidad en pos de otro lenguaje colonizador, se inicia una etapa de aculturación que suele aniquilar al grupo. El paso crítico en este sentido es la extinción de su medicina alternativa.

Siempre se debe hacer un diagnóstico de situación de la medicina en un lugar dado que incluya el grado de mixtura entre los conocimientos populares y los oficiales. Las medicinas alternativas abren el campo de posibilidades para el desarrollo social de una comunidad dada. Muchas veces son las mujeres las encargadas de mantener viva una tradición sanitaria, de manera que en estos casos las redes que se lleven adelante podrán tener una función extra: la de fortalecer el encuentro de fracciones sociales vulnerables.

Por otro lado, como ya mencionamos, la medicina debe volver al pueblo, y esto significa que un adecuado modo de abordaje de problemas de salud incluye la participación del doliente: no sólo la posición pasiva de los pacientes que van al médico y vuelven sólo con un papel sellado y una indicación. La medicina es algo mucho más complejo, un fenómeno cultural nuclear, que actualmente está homogenizado por un “sistema oficial” que, encima, está en crisis hace tiempo. Infinidad de veces se ha visto que las medicinas científicas están más lejos de dar resultados que los abordajes llamados despectivamente “caseros”.

No se trata de una lucha en la cual se intente anteponer un sistema a otro, que quede eliminado. La idea es el enriquecimiento mutuo, de manera que no habrá vencidos sino personas que elijan libremente el tipo de atención que quieran dispensarse dentro del grupo humano en el que viven.

Una vez que la persona está invitada a participar, a prepararse sus propios remedios, a ser escuchado en sus opiniones acerca de los diagnósticos o causas de enfermedades, recién allí podemos aspirar a una disminución de la crisis del sistema imperante: aprendiendo de los otros, compartiendo, usando los aportes que son útiles y analizando las propias prácticas. Así se puede llegar a superar una barrera importantísima que tiene la medicina actual que es la del “asistencialismo”:

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La terapéutica está orientada en un sistema asimétrico en la cual una persona que tiene el saber domina a otra que busca la solución, la facilidad, quizás en estado de apuro (las consultas en emergencia siguen siendo las principales en cualquier sistema de salud). Esto lleva a una dependencia entre las clases sociales y las culturas que fomentan la desigualdad. No se trata de que todos seamos iguales, puesto que esta página existe gracias a la diversidad cultural y geográfica, innegables. Pero está demostrado científicamente que la participación del doliente en su salud, la apropiación de los tratamientos, resulta un paso fundamental en todo inicio de curación.