En general se piensa que la caspa es una enfermedad capilar pero no lo es. El normal proceso a través del cual eliminamos las células muertas de la piel tiene características un poco diferentes en aquellos sujetos con cuero cabelludo graso. En estos sujetos el proceso normal se acentúa al adherirse entre sí las células de la piel muertas formando las escamas que habitualmente conocemos como caspa.
La caspa al no ser una enfermedad no produce ningún tipo de efecto negativo a quien la padece mas sí efectos sumamente incómodos y molestos. Esto puede transformarse en un problema estético cuando la caspa se presenta en abundancia.
Algunos métodos de tratamiento casero para la caspa pueden ser: en primer lugar tratar de emplear algún shampoo para el lavado diario y frecuente (suave) y además intentar cambiarlo luego de un tiempo considerado de uso dado que el cuero cabelludo se acostumbra perdiendo así efectividad el producto; intentar llevar una dieta reducida en grasas y con ingesta abundante de frutas y verduras además del consumo de al menos dos litros de agua diarios; luego de realizar actividad física lavar siempre la cabeza.
Existe una infusión que suele dar muy buenos resultados en el tratamiento de la caspa y que se prepara de la siguiente manera: tres cucharadas de la raíz triturada de una lampaza en 250 CC. de agua, dejar reposar por al menos dos horas para luego calentar hasta el punto de hervor.
Diluir el preparado en un litro de agua y emplearlo para el lavado de la cabeza. Otra preparación que tiene muy buenos resultados en el tratamiento de la caspa es la que se realiza con hojas de laurel trituradas (dos cucharadas) en un litro de agua, hervir y una vez colado y tibio, utilizar el líquido friccionando después del lavado habitual y dejando actual al menos media hora para luego enjuagar.
Si utiliza un champú comercial para la caspa trate de ir dejándolo a medida que la caspa comience a desaparecer dado que este tipo de productos son fuertes. Puede reducir su uso a una vez por semana.