El acné es considerada una enfermedad que se manifiesta en pequeñas lesiones que aparecen en la piel como efecto de una inflamación (muchas veces crónica) de las glándulas sebáceas de la cara, tórax o espalda.

En general suele manifestarse a través de pústulas, las cuales dan cuenta de la foliculitis ocacionada. Muchas veces este tipo de manifestaciones aparecen en su mayor grado en el rostro causando grandes dificultades en cuanto al esquema corporal de quienes lo padecen. Esto es principalmente por que al ser visible, la mayoría siente que es el objeto principal que atrae la mirada del entorno, siendo entonces a su vez causa de malestares subjetivos. Aquí radica una de las contrariedades del acné, en tanto al causar un incremento de la tensión emocional, se incrementa así también la proliferación de las pústulas.

Causas del acné

¿Cuales son las causas de esta enfermedad? El mayor porcentaje poblacional que padece acné pertenece a una determinada franja etárea, la adolescencia (acné juvenil). Existen otras causas pero estas tienen una modalidad de presentación clínica menos frecuente. Estas son: el acné que puede llegar a afectar a bebés recién nacidos (acné neonatal); el acné inducido por determinados fármacos como ser los corticoides; o el acné ocupacional generado por la exposición a determinados productos químicos.

En cuanto a los síntomas que presenta esta enfermedad, no todos dejan secuelas. Su presentación al modo de quistes o nódulos son los que en su mayoría pueden llegar a dejar consecuencias visibles en forma de cicatrices residuales. En cambio cuando se trata de los famosos “puntos negros” o pequeñas pústulas, las consecuencias son menos visibles o casi nulas. Es por esto que es necesario el diagnóstico previo para determinar el tipo de tratamiento ya sea se trate de acné leve, moderado o severo. Existen dos tipos de tratamiento que se indican en función de la severidad o no del acné. En caso de leve o moderado la indicación más frecuente es la de recurrir a exfoliantes (por ejemplo ácido glicólico o también puede ser ácido salicílico), o retinoides del tipo de  la  isotretinoina  o tretinoina. También se recomienda el uso de algunos antibióticos como ser la clorhidrato de clindamicina o  clorhidrato de tetraciclina. En los casos de acné severo el tratamiento además es de tipo sistémico (con uso de antibióticos y retinoides sistémicos). En muy pocos casos es necesario el recurso de la cirugía. Todo esto en cuanto a la medicina oficial…

Prevención del acné

De todos modos existen recomendaciones generales para prevenir la aparición del acné y estas apuntan principalmente a la higiene de las partes afectadas o propensas a la aparición de pústulas o “puntos negros“: evitar manipular la piel produciendo irritaciones o posibles focos de infección, lavar dos veces por día las zonas afectadas de la piel con agua y jabón (preferentemente neutros) y no olvidar secar dichas zonas, no utilizar maquillaje que no sea el adecuado para el tipo de piel. Por último se recomienda también el consumo, como mínimo, de dos litros de agua diarios y el mantenimiento de una dieta rica en fibras, vitaminas y proteínas libre de excesos en azúcares y grasas.

Tratamiento del acné con hierbas medicinales

La medicina peruana nos ofrece una alternativa interesante para el tratamiento de esta enfermedad tan común en tantas edades de la vida. Se trata de un producto llamado Asterácea, proveniente de una planta de la familia de las Asteraceae, que antes se llamaba Compositae (perteneciente a la familia de las «compuestas»). Se trata de una planta herbácea anual perenne, es decir, una hierba medicinal con ciclo de crecimiento anual típico.

El nombre científico de la planta es Wedelia glauca, pero en el Perú se la conoce como el «yuyo sapo» o bien como el sunchillo. Algunos aseguran que, más allá de su efecto local, sirve como tratamiento del asma. Los tratamientos naturistas del acné están basados en la confección de pomadas y aplicación local durante una semana.

El tratamiento del acné debe ser siempre acompañado de una dieta reducida en grasas, ya que los poros suelen verse obstruídos en los casos contrarios. De esa manera, siguiendo un tratamiento semanal, en la mayor parte de los casos debería reducirse el acné en gran medida y lograr una revitalización epidérmica aceptable.

 

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